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jueves, 11 de julio de 2013

Cristal-LIBRO XXXVII De la Historia Natural de Plinio El Viejo

                                 


Cristal

IX. (23) [1]  Cristal  condensado como el hielo, por que no lo encontramos nada más que en las nieves del invierno por lo que debe ser hielo. Por lo tanto, lleva el nombre en griego (krustallos, hielo). Del Oriente nos envían también cristal, el cristal de la India es incluso más querido. Hay un cristal de poco precios en Asia, junto a Alabanda (Turquía) y Orthosiam, en las montañas vecinas, y en Chipre. Por el contrario, estamos buscando el cristal de los Alpes en Europa. (24) De acuerdo a Juba, que existen en una cierta isla en el Mar Rojo, que está cerca de la costa de Arabia, conocida como Necrón (Isla de los Muertos), y una isla cercana que produce topacios (VI, 34-1); Pitágoras, prefecto del rey Ptolomeo, dijo, haber sacado un bloque de cristal de un codo. Cornelio Bocchus en Lusitania informa de que también hay bloques de un extraordinario peso, excavando en la montaña Ammaeensibus, o en los pozos hasta el nivel del agua (XXXVII, 43).
[2] (25) Dice Xenocrates de Éfeso cosas maravillosas: y asegura de que en Asia y y en Chipre se sacan con el arado de cristal: en efecto, porque se creía  que no se daba entre las rocas ásperas, y nunca en la tierra fina. Lo que en Xenocrates es aún más probable, es que a menudo los torrentes en las crecidas las traen. Sudines afirma que se dan solo en los lugares que dan al medio dia, lo que es cierto: no se encuentran en la humedad, y en los climas fríos, incluso cuando el frío hiela los ríos. (26) Para que eso ocurra, es necesario el humor celeste (la lluvia) y la nieve pura y que no haga calor, ni tampoco el uso para beber frío. No es fácil penetrar en las razones por las que tiene seis ángulos y seis lados, especialmente dado que los ángulos no siempre tienen la misma apariencia. En cuanto a las caras son tan lisas que ningún artesano lo puede igualar.
X. (27) [1] El mayor bloque que hemos visto hasta ahora es el que Livia Augusta dedicó en el Capitolio. Pesa alrededor de ciento cincuenta libras. Xenocrates dijo que vio un jarrón de cristal como un ánfora, otros hablan de un jarrón de cristal de las Indias de cuatro sextarios. Para mí, sin duda puedo asegurar que es cosa cierta que nace en las asperezas de las rocas cristalinas de los Alpes, con acceso por lo general tan difícil que tienen que ser suspendidos de cuerdas para sacarlos. Las personas expertas reconocen su presencia de ciertos signos e índices. (28) El cristal está sujeto a varias deficiencias: una especie aspereza, moho, manchas como nubes, sobre la presentación se debe sospechar, algún centro o núcleo (XVI, 76-3) muy duro y muy quebradizo, y los llamados granos de sal. Algunos cristales tienen un color rojo oxidado, otros filamentos semejantes a una grieta: los artistas encubren estas faltas cincelándolos. Los cristales sin defectos no se labran: se les llama acenteta (no picado), no son del color de la espuma, sino de agua clara. Por última manera de valorarlos es por el peso.