"Rubí" deriva del latín "rubens"/"ruber" que significa "rojo". El sinónimo de rubí conocido universalmente es "gema roja", aunque también hay rubíes en la gama de los rosas y púrpuras. Los rubíes se usaron en primer lugar en las pecheras de las sacerdotisas hace siglos. Ellas nunca han perdido su lugar como piedras preciosas y se considera que tienen un significado histórico, propiedades físicas potentes y un valor monetario sin comparación.
Simbolismo
Desde la antigüedad, el rubí significó poder y vitalidad. Se la ha llamado "el rey de las gemas". Se dice que los guerreros incrustaban rubíes en su piel para darse coraje y protección cuando participaban en las batallas. El rubí también se consideró un talismán para protegerse del peligro, del mal e incluso de las pesadillas.
Protección y curación
Debido a que los rubíes eran símbolos de poder, los emperadores y reyes y otros miembros de la realeza los usaban. Se decía que los anillos con rubíes debían usarse en la mano izquierda para protección y para darle energía a quien lo usa para tomar decisiones correctas e inteligentes. Algunas fuentes además atribuyen poderes curativos a los rubíes, ya que se dice que ayudan a la circulación sanguínea y a desintoxicar el cuerpo.