Turmalina
El nombre
turmalina procede de la palabra singalesa «touramalli», que significa, «piedras
de colores mezclados» y esta denominación fue originalmente aplicada a una
serie de piedras, principalmente circones.
También se cree que su nombre puede proceder de la palabra singalesa
«turamali», que significa «piedra que atrae las cenizas», que hace referencia a
sus características piro-piezoelectricas.
Los
mineralogistas le dieron a la turmalina diversos nombres, tales como elabita,
tsilasita, dravita, cromodravita, liddicoatita, uvita, schorl, acroita, buergerita, feruvita, foitita, povondraita y
rubelita.
Importancia histórica
Desde
hace más de 2300 años esta piedra ya llamó la atención del filósofo Teofrasto a la que llamaba «lyngurion»,
probablemente una turmalina, y que tenía la propiedad de atraer la paja, la
ceniza o pequeños pedazos de madera cuando era calentada, poniendo de
manifiesto sus cualidades piroelectricas. Por esta misma propiedad fue llamada
por los holandeses del siglo XVIII fue llamada «asshentrekker» o «tira-ceniza».
El hecho
de que se parezca mucho a diversas piedras preciosas hizo que apareciese en
diversas joyas como las de la corona rusa del siglo XVI aparentando ser rubíes. Es más, se
considera que gran parte de los "considerados" rubíes procedentes de
Sudamérica durante la colonización portuguesa podrían ser en realidad
turmalinas.
La mayor
admiradora de las turmalinas fue Tzu Hsi, emperatriz viuda
que gobernó China de 1860 a 1908. La emperatriz utilizaba la piedra como
entalle, en prendedores de cadenas de reloj, o en los botones de chaquetas de
la Corte Imperial y de personas importantes. La emperatriz descansa ahora sobre
un cojín de turmalina.
Creencias
Se
relaciona las turmalinas con una mejora de la autocomprensión y un aumento de
la autoconfianza y energía psíquica y la concentración. Además se cree que
tienen el poder de neutralizar la energía negativa, alejar llanto y desdicha.
En
relación a la astrología,
la turmalina es la piedra de nacimiento del mes de octubre y corresponde al
signo astrológico de libra.
Los mineralogistas le dieron a la turmalina diversos nombres, tales como elabita, tsilasita, dravita, cromodravita, liddicoatita, uvita, schorl, acroita, buergerita, feruvita, foitita, povondraita y rubelita.
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Parece increible, los nombres que se le pueden dar a la turmalina, la historia tan llamativa y atrayente, que como dije antes, Se cultiva uno, con éstas preciosidades, las gemas llamadas turmalinas, son lindísimas. Y que decir, del decorado, fotos, música, todo en perfecta armonía, dan un brillo excepcional a éste bello blog.
Y cómo la turmalina, cura los estados depresivos, melancólicos, las enfermedades psiquicas y del alma, es bellísimo todo.
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